El Solenodon de Cuba, nombre científico Solenodon cubanus, es un mamífero venenoso que pertenece a la familia Solenodontidae. Esta familia incluye solo a otra especie viva, el Solenodon paradoxus.

Sin embargo, algunos estudiosos consideran que estas dos especies pertenecen a géneros diferentes. Por esta razón, incluyeron el solenodonte cubano en el género Atopogale, por lo que lo llamaron el Atopogale cubano.
El solenodon Cuba es también conocido como almiquí cubano. El nombre del género solenodon deriva de las palabras solen que significa canal odous significa diente. Esto se refiere al hecho de que estos animales tienen dientes huecos.
El almiquí cubano es muy raro y, en toda la historia, solo se han capturado 37 especímenes en total. El último, capturado en 2003, fue lanzado después de dos días de estudios científicos.
SOLENODON CUBANUS son muy útiles para el ecosistema en el que viven. De hecho, ayudan a controlar las poblaciones de plagas de invertebrados y pueden dispersar las semillas de las frutas que comen.
Apariencia del solenodon cubanus
El solenodon Cuba es a menudo comparado con la musaraña, sin embargo, para quedar bien, son bastante diferentes.
La longitud del cuerpo del Solenodon cubanus varía de 28 a 39 cm, y la de la cola de 17 a 25 cm. El peso es de alrededor de un kilogramo.
El color dominante es en tonos marrones o rojizos. La cabeza es relativamente grande, el hocico es de color más claro que el resto del cuerpo. Presenta una especie de probóscide, con un cartílago interno.
Los ojos son pequeños, las orejas son grandes y sobresalientes. Las piernas son más más oscuras que el resto del cuerpo y las delanteras son más largas que las posteriores. Tienen cinco dedos con garras poderosas. La cola es gruesa, escamosa y casi completamente desprovista de pelo.
Hay 40 dientes en la boca y los incisivos inferiores son huecos y tienen glándulas salivales modificadas.
Estos animales también tienen glándulas debajo de las axilas y en la ingle que liberan un olor a almizcle, similar al de las cabras.



Hábitat del almiquí cubano
El solenodonte de Cuba prefiere el clima tropical en los bosques pluviales húmedos y densos, en las zonas arbustivas y en las plantaciones. Esta especie puede vivir a una altitud entre 400 y 800 metros sobre el nivel del mar.
Comportamiento
Ver un Solenodon cubanus es una tarea difícil, no solo porque es raro. De hecho, estos son animales nocturnos y solitarios que pasan el día escondidos en madrigueras, en túneles, troncos huecos o grietas en las rocas.
Tienen una forma bastante incierta de caminar porque se mueven y se mantienen en equilibrio con los dedos. Son famosos por su incapacidad para caminar en un camino recto. Sin embargo, pueden correr bastante rápido. Son buenos escaladores, a menudo se encuentran cerca de superficies verticales, incluso si prefieren permanecer en el suelo. Tienen un tacto, un olfato y un oído increíblemente desarrollados.
El almiquí, como hemos visto, está equipado con poderosas garras y veneno para matar a su presa. Durante la caza también se considera un animal bastante agresivo hacia sus víctimas. Sin embargo, no puede defenderse cuando lo persigue un depredador. Por lo general, se detiene y oculta su cabeza, permitiendo que su perseguidor lo mate fácilmente. Su única arma de defensa es el olor desagradable que emana de las glándulas.
Veneno del solenodon de cuba
Produce su veneno a través de las glándulas salivales modificadas. Lo particular de este mamífero es que libera veneno a través de surcos particulares en los dientes, al igual que las serpientes. El SOLENODON CUBANUS parece haber heredado la capacidad de inyectar el veneno de una manera activa por sus antepasados del cretáceo.
Aunque este veneno puede resultar útil para matar a su pequeña presa, no parece ser muy efectivo en animales más grandes. No se han encontrado síntomas de envenenamiento de ningún tipo en los seres humanos.
Alimentación del almiquí
Esta especie tiene una dieta muy variada. El almiquí camina por la noche en el suelo del bosque en busca de alimento, se alimenta de arañas, insectos y otros invertebrados (incluso ya muertos), raíces, tubérculos y hongos. Al ser un buen escalador, también puede trepar árboles donde se alimenta de frutas, bayas y brotes. Este animal también es un depredador. No desprecia las lagartijas, las ranas, las aves pequeñas, los reptiles y los roedores que mata con su veneno.
Reproducción
Se sabe muy poco sobre la reproducción en solenodones.
Sabemos que esta especie es polígama, es decir, cada macho se aparea con diferentes hembras. El solenodon Cuba tiene dos camadas al año, y los machos no participan en la crianza de los niños.
La tasa de reproducción de estos animales es muy baja, ya que cada cría tiene 1 o 2 crías. Dado que las hembras de esta especie tienen solo dos ubres, si nacen más cachorros, las más morirán de hambre.
Las crías se dan a luz en un estudio hecho acogedor por las hojas, el pelo y la hierba. Se quedarán con su madre durante varios meses hasta que logren la independencia perfecta.
No conocemos la esperanza de vida de un almiquí en la naturaleza. En cautiverio, un espécimen sobrevivió durante 5 años.
Conservación
Según la lista roja de UICN, el solenodon de Cuba está en riesgo de extinción. Los solenodones son depredados naturalmente por reptiles y rapaces. Pero las poblaciones de esta especie están en declive debido a la introducción de nuevos depredadores como ratas, mangostas, perros y gatos domésticos. Afortunadamente, un pequeño número de Solenodon cubanus se encuentra en el parque natural Alejandro de Humboldt.
Estos animales ya habían sido declarados extintos en 1970, pero fueron redescubiertos en 1974.
Propagación



El solenodonte de Cuba vive sólo en Cuba, sólo en la zona oriental. Sin embargo, los fósiles han documentado que hace 30 millones de años esta especie vivía en el continente norteamericano.
Solenodonte de Cuba – Solenodon cubanus